El dolor de la región lumbar de la espalda es un proceso muy frecuente que se presenta a cualquier edad, y principalmente a partir de los 60 años.
En este artículo se dan a conocer sus diversas causas y los abordajes terapéuticos del problema más comunes. El papel del farmacéutico se centrará en derivar los pacientes al médico cuando proceda, ayudarles a cumplir adecuadamente el tratamiento médico pautado, supervisar efectos secundarios e interacciones y difundir medidas preventivas.
La lumbalgia, después de la gripe, representa la segunda causa de consulta médica en atención primaria, ya que afecta al 70-80% de la población adulta en algún momento de su vida, y genera visitas a médicos de diferentes especialidades: quiroprácticos, cirujanos ortopédicos, neurocirujanos, etc.
El dolor lumbar es también la primera causa de absentismo laboral e incapacidad permanente en los países industrializados, convirtiéndose en un problema económico de primer orden debido, fundamentalmente, a la complejidad de sus causas y a la gran variedad de factores individuales, sanitarios, sociales y laborales que inciden en él.
El objetivo final en el abordaje de la lumbalgia es conseguir que la persona con dolor lumbar alcance una vida cotidiana con los máximos niveles posibles de calidad y funcionalidad.
DEFINICIÓN
Lumbalgia (L) es un término médico que se emplea para designar aquellos casos clínicos en los que el paciente refiere dolor, acompañado generalmente de tensión muscular, en la región lumbar de la espalda, que incluye las 5 últimas vértebras lumbares y el sacro.
Puede manifestarse clínicamente como dolor limitado a la región lumbar (lumbalgia simple o no irradiada) o irradiarse por una o ambas piernas, siguiendo el trayecto de un tronco nervioso o sus ramificaciones (lumbalgia irradiada), pudiendo en estos casos acompañarse de síntomas neurológicos (hormigueos, parestesias).
Cuando el dolor se propaga a lo largo del territorio correspondiente al nervio ciático, se denomina ciática o lumbociática.
Atendiendo a la duración de los síntomas, la lumbalgia puede definirse como:
Lumbalgia aguda: con una duración inferior a 4 semanas.
Lumbalgia subaguda: con una duración de entre 4 y 12 semanas.
Lumbalgia crónica: con una duración superior a 12 semanas.
EPIDEMIOLOGÍA
El dolor lumbar presenta una frecuencia que no deja de aumentar en los países occidentales y una prevalencia acumulada que se estima entre el 75 y el 85%.
En Estados Unidos es la primera causa de invalidez antes de los 45 años y en el Reino Unido se ha identificado como la causa principal de gasto sanitario, por delante de las enfermedades coronarias, México no es la excepción y presenta cuadros similares.
Afecta a ambos sexos por igual y su incidencia es mayor entre los 20 y los 45 años.
La mayor prevalencia se da en personas de entre 45 y 60 años de edad, alcanzando cifras de hasta el 50% entre los 60-70 años, para disminuir a partir de esta edad.
La prevalencia de lumbalgia puntual y crónica en México se encuadra en cifras muy similares a las de otros países (estudio EPISER).
Se estima que la prevalencia en la población mexicana adulta (mayor de 20 años) es del 14,8% y la aguda incapacitante, del 3%.
La probabilidad de padecer al menos un episodio de lumbalgia durante un período de 6 meses es del 44,8% y la prevalencia de la lumbalgia crónica, del 7,7%.
Tiene buen pronóstico y generalmente se manifiesta como una entidad autolimitada. El 40% de los episodios agudos remiten en una semana y el 90% se resuelve dentro de las 6 semanas siguientes a su presentación.
Lumbalgi y ciática crónicas.
Si el dolor de espalda limita la actividad durante cierto tiempo, aparece fácilmente una atrofia de la musculatura.
La atrofia de la musculatura puede hacer más vulnerable la columna y dificultar que se adopten correctamente las posturas, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de padecer nuevos episodios dolorosos.
Deporte (los que implican extensión como la natación de espalda o de lado), ya que mejora la tolerancia psicológica y física al dolor y al estrés.
Ergoterapia (adaptación del lugar de trabajo).
Para que el tratamiento sea eficaz ha de realizar el paciente el mantenimiento a domicilio, siendo supervisado y corregido con regularidad por el fisioterapeuta, siempre que no se requieran grandes desplazamientos en vehículo a los centros hospitalarios.
El tratamiento de la lumbalgia crónica debe asociar manipulaciones y gimnasia, aunque los ejercicios constituyen la parte más importante del tratamiento.
La lumbalgia requiere un abordaje global del dolor, en su esfera física, psíquica y social, con la participación de diversos profesionales.
El profesional de la salud debe integrarse en el equipo multidisciplinario que trata al paciente, debe conocer el tratamiento empleado y realizar una dispensación activa: informar al paciente sobre la importancia del correcto cumplimiento del tratamiento pautado, detectar los efectos secundarios para combatirlos y detectar las posibles interacciones.
Créditos: Peña J, Humbría A. Lumbalgia. Nuevos conceptos sobre las lumbalgias y guías de práctica.
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