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¿Qué es un esguince de tobillo y cómo se trata?



Si bien los esguinces de tobillo son comunes en los deportes, miles de personas se tuercen el tobillo todos los días en México.

Eso significa que es probable que experimente un esguince de tobillo en algún momento de su vida.

En general hablamos de esguince de tobillo de una forma genérica para referirnos a la rotura parcial o total del ligamento peroneo-astragalino anterior. Ante una torcedura de tobillo sobre su canto externo (movimiento en inversión) este ligamento es el que mas frecuentemente se lesiona y es el motivo por el que se asocia la palabra esguince a este ligamento, pero cualquier ligamento del pie puede lesionarse, tanto por su cara externa como interna.

En términos simples, un esguince es cuando un ligamento está demasiado estirado o desgarrado. Si un esguince no se trata adecuadamente, podrían desarrollarse problemas a largo plazo y aumentar su riesgo de volver a lesionarse. Los ejercicios de rehabilitación y los refuerzos de tobillo de apoyo pueden reducir este riesgo.

Independientemente del ligamento lesionado, en relación al alcance de la lesión se establecen tres grados:

Grado I: Rotura leve, generalmente dentro del ligamento. Casi no genera hinchazón de la zona ni derrame. El paciente puede precisar con mucha exactitud el sitio de la lesión.

Grado II: Rotura parcial del ligamento. Genera mayor hinchazón del tobillo y la zona dolorosa es más amplia. El paciente no puede precisar la lesión.

Grado III: Rotura completa del ligamento. Provoca una gran hinchazón del tobillo, de forma prácticamente instantánea, con gran dolor que puede acompañarse de hematoma.


Con un adecuado tratamiento el ligamento experimentará un proceso de cicatrización similar al de un corte de la piel por lo que generalmente no quedarán secuelas.




Se diferencian dos fases del tratamiento:

1. Lesión aguda. Tratamiento inicial

El tratamiento va encaminado a combatir la inflamación debiendo instaurarse lo antes posible medidas básicas, como:

Reposo del tobillo

Hielo local sin aplicación directa sobre piel

Compresión de la zona lesionada mediante vendaje, tobillera o similar.



Elevación del pie

2. Lesión aguda. Valoración facultativa

El facultativo realizará una inspección que determinará si es necesaria la realización de radiografías. Para un correcto diagnóstico, en la inmensa mayoría de las veces, es suficiente con una exploración realizada por un profesional experimentado y deben evitarse radiografías innecesarias.


En función del alcance de la lesión el facultativo ampliará las medidas para evitar la inflamación mediante:


Medicación anti-inflamatoria en forma de cremas locales o comprimidos

Inmovilización transitoria con vendajes enyesados



3. Evolución de la lesión

En un periodo breve de unas semanas los dolores mejoran sensiblemente y las medidas irán encaminadas a limitar las secuelas para lo cual se aplicarán:


Medidas anti-edema (Hinchazón): tobilleras, baños de contraste calor/frío, medicación.

Mejora de la propiocepción: ejercicios de tobillo en todos los planos del espacio (sobre una pelota).

Potenciación muscular: ejercicios de fortalecimiento de la musculatura peronea (cara lateral del tobillo).

En un relativo gran porcentaje pueden persistir, durante meses, lesiones mínimas que provocan molestias, en la cara externa del tobillo, que precisan de infiltraciones para su total recuperación.


Durante los meses posteriores es recomendable proteger el tobillo mediante tobilleras ortopédicas para las actividades deportivas.

Una vez que pueda pararse sobre su tobillo, los ejercicios isométricos ayudarán a fortalecer sus músculos y ligamentos. Además, estos ejercicios aumentan su flexibilidad, equilibrio y coordinación. Vendarse el tobillo o usar una tobillera de apoyo durante las actividades puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones.

¿Cuándo se debe operar?

Es excepcional intervenir de urgencia un esguince de tobillo, salvo en deportistas de alta solicitación.

De un modo general, se aconseja la cirugía cuando la lesión se cronifica y los esguinces se repiten y son cada vez mas frecuentes provocando un tobillo inestable que limita al paciente para las actividades diarias y deportivas.

Para un adecuado diagnóstico y enfoque debe ser valorado por un especialista con experiencia que determinará las pruebas de imagen (Radiografías en estrés y resonancia magnética) necesarias para planificar la cirugía y elegir la técnica quirúrgica mas adecuada.


Con cualquier lesión, consulte a su médico para conocer el mejor tratamiento.


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