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Dolor de articulaciones en temporada de lluvia y frío.





Existe una correlación directa entre las bajas temperaturas y la humedad, con el dolor.

Sin embargo, esta relación dependerá mucho de la sensibilidad de los pacientes a los factores ambientales y, sobre todo, a los barométricos. De esta manera, puede darse la situación de que determinadas personas puedan prever la llegada de lluvias o un cambio de temperatura como si fueran meteorólogos basándose en sus dolencias articulares. Concretamente, el frío produce una vasoconstricción que afecta el aporte de sangre al músculo, lo que genera contracturas y rigideces que empeoran la estabilidad articular, que ya está afectada por la patología degenerativa propia de la edad: artropatía degenerativa, pérdida de fuerza muscular y pérdida de colágeno. También disminuye la elasticidad de los ligamentos y tendones.


En un cuadro de síndrome miofascial, con múltiples puntos gatillo (aquellos que dan dolor referido a otra parte del cuerpo) y dolorosos a la palpación, el frío multiplica el dolor. Además, el frío produce hiperalgesia (respuesta aumentada a un estímulo doloroso) mecánica por el estímulo de los receptores del dolor.


Cómo evitar los síntomas

Es importante protegerse del frío, sobre todo en las extremidades inferiores, las extremidades superiores y la cabeza, que son las partes más expuestas.

También es recomendable aplicar fuentes de calor sencillas como parafina, paños calientes o fricciones con alcohol de romero o una rodillera de neopreno para mantener el calor en la articulacion.


En el llamado Síndrome de Raynaud (vasoconstricción de las arteriolas periféricas por frío), se pone nitroglicerina tópica, que ayuda a vasodilatar aportando sangre a las zonas más dolorosas, que suelen ser manos y pies ( Un profesional es el indicado). En patologías crónicas como la artrosis están muy indicados los spas, combinando aporte de calor por las aguas termales y ejercicios. Aunque en lesiones deportivas y postraumáticas o fases muy agudas de artritis el frío ayuda en las primeras 24 o 72 horas a una recuperación más rápida de las lesiones.

La articulación de la rodilla es la articulación más grande del cuerpo humano. Cada día se somete a un gran esfuerzo. Con el tiempo, esto puede provocar cambios degenerativos. Es más, las rodillas son muy vulnerables a las lesiones. Por ello no es de extrañar que la gente se queje de dolor en las rodillas. El dolor de rodilla es una enfermedad muy extendida en México.


Anatomía de la articulación de la rodilla

La rodilla o la articulación de la rodilla es la articulación más grande del cuerpo humano. La rodilla es una articulación de bisagra esencial que permite la flexión y la extensión de las piernas así como la rotación interna y externa al flexionarse.


Dolor de rodilla derivado de cambios degenerativos

Las rodillas están expuestas a grandes esfuerzos todos los días. Con el tiempo, esto puede provocar cambios degenerativos que están asociados al deterioro de la capa de cartílago. La función amortiguadora del cartílago sufre y se puede sentir rigidez y dolor en la rodilla.

Esto explica por qué cada vez más gente sufre artrosis en la rodilla (degeneración de la articulación) a medida que la edad avanza. La artrosis de la rodilla (gonartrosis) es un proceso progresivo.

En las fases tempranas, el dolor de rodilla solo se produce ocasionalmente (p.ej. al llevar peso, tras periodos prolongados de descanso), mientras que en un estado avanzado, el daño del cartílago es tan extenso que los huesos prácticamente rozan uno con otro.El dolor se produce con mayor frecuencia y es más intenso.


El dolor puede iniciarse de forma aguda o como proceso crónico:

El dolor agudo de rodilla comienza de repente, por ejemplo después de una lesión. El dolor de rodilla crónico se manifiesta gradualmente, al principio es un dolor leve que se intensifica con el tiempo, como en la artrosis de rodilla, por ejemplo. Calidad del dolor de rodilla: ¿cómo se siente el dolor? Dolor de tipo opresivo, punzante, calambre o dolor sordo continuo Signos externos: derrame, rojez, hinchazón, calor al tacto, libertad de movimiento restringida Tratamiento del dolor de rodilla El tratamiento del dolor de rodilla depende de la causa.

Con frecuencia se aplican las opciones terapéuticas conservadoras siguientes: Analgésicos antiinflamatorios y pomadas Tratamiento con calor o frío Productos sanitarios ortopédicos (plantillas, vendajes, ortesis, zapatos ortopédicos) Fisioterapia Entrenamiento muscular (fortalecimiento y estiramiento) Electroterapia y tratamiento de ultrasonido Sin embargo, también hay situaciones en las que ya no se puede evitar una operación.



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